jueves, 12 de julio de 2012

A

Verdes las montañas me rodean cuando escribo,
indican esperanza y vida
naturaleza viva y divina
y la certeza de que somos
tan pequeños
que en aquellas inmensidades nos perderíamos

yo me he perdido
y he tratado de encontrar el por qué de cada por qué sin respuesta
y he tratado de  hallar los tonos verdes
que sólo en mi mente estaban
pero me encuentro con otros
quien sabe si más claros o más oscuros
quien sabe si más tiernos
o más duros

Verdes las  montañas que veo desde mi silla
parecen reírse de mi esta tarde
tal vez porque yo las creía distintas
y ahora, en un suspiro,
son como son,
como eran desde siempre
y tal vez para siempre
pero no como yo las creía

Y sin embargo,
habrá locura en mi ser,
habrá locura,
pues las solas hojas esas
tuyas,
acaso una vez mías,
sean del verde que sean,
hacen latir mi pecho
fuerte,
fuerte,
indetenible,
con ganas de mirarlas y de perderme en ellas
no importa cuan distintas sean
de aquello soñado...
Doble discurso;
locura verde
de esperanza
de ganas
verde azuladas,
en fin,
de porvenir.

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