martes, 19 de agosto de 2008

Entretanto

Entre tanto dolor pasan los días
-unos menos cargados que los otros-
de recuerdos y sueños
que se han roto
cual cristal en pedazos diminutos

Es así como una frase apenas,
una palabra sin luz interpretada
oscurece la vida en sus entrañas
y nos deja dolor en la mirada

es así como juzgan los que juzgan
y como beben agua y beben ganas los sueños
y cómo se derrumban como torres de naipes
si de golpe aparece quien los tumba

Es así como viene la noche
con su frío y su mirada ensangrentada
abrasando el calor de cada llama
en brasas de miseria ya olvidada

Y es así como arrancará el día
en el que todo lo de hoy quede al desnudo
recuerdos del ayer y de la nada
nostalgias de la vida, la que pasa.

y es por eso que el trago amargo, madre,
pasará como tantas madrugadas
y dará inicio en horas de mañana
a nuevas y genuinas esperanzas

pero madre, tú sabes en el fondo
de tus cambios, tu alboroto y tu calma
que tú no pasarás en nuestras vidas.
¡Te has quedado por siempre en nuestras almas!

y que este trago amargo madre mía, 
quedará para siempre en nuestras bocas
y se transformará en dulces recuerdos
con sabores a platos  navideños
con aroma de orquidea enamorada
con sedas hechas piel en nuevos nietos.

Que tus manitos tiernas y hacedoras
quedarán en las nuestras para siempre
y ya nunca te irás, me lo prometo.
Porque estarás allí, en lo más adentro.

Entretanto,
la vida nos enseña
muchas caras en ires y venires
y entre tantos vaivenes, 
cual si nada pasara,
entre tantos vaivenes
¡tú te animas!
Nos queda la esperanza