domingo, 19 de agosto de 2007

Mario


Naciste hermoso y dorado como un sol
nada de lunas y oscuridades,
nada de penas
Eres espiga que se mece ante mis ojos asombrados
y sonrisa franca al viento que ríe también contigo.
Bisnieto del guerrero agradecido
que siempre sonreía, del hijo del vikingo torturado
de España y del Caribe.
En ese sol radiante de tu rostro
la vida se hace pícara y ligera,
parece que guardara un nuevo día
para mecer tu amor en primavera
¡Vas a ser grande niño, grande y bello!
¡Vas a ser fuerte niño, y libertario!
Es tu generación nuestra esperanza
no lo olvides mi vida, no lo olvides,
y corre y brinca y vuela hasta la cumbre
que aquí te esperaremos siempre amado
con un abrazo tierno y aguardando
de tus ojos la lumbre.