Si el agua es memoria
que conserva en ella
la historia más bella
Si es el agua vida
Vida en la memoria
porque vida da
Si el agua es memoria
Hoy quiero beber de tus ojos ardientes
y saciar tu sed con mis manos escritoras
¿Será esto posible?
Si así fuera
Nos recordaríamos eternamente
viajaría el uno en el otro
como lleva el hijo en su piel y en sus huesos
aquel agua viva
de su más antigua y primera cuna
vientre y manto materno.
domingo, 23 de noviembre de 2008
viernes, 21 de noviembre de 2008
Ángel Azul
Ser de luz
Que deambulas por el mundo
¿qué encuentras en tus pasos apurados?
¿las raíces de un árbol que cansado
abandona sus ramas en el cielo?
¿El maquillaje astuto de la noche?
¿la muchacha superflua en la mañana?
o tal vez las lunáticas miradas
de los animalitos perseguidos
Tú sabes que hay belleza
que hay disfrute
tú sabes que hay derroches de grandeza
y que hay campos con flores
verdes montes
y niños con boquitas de cereza
Pero hoy te sentí triste
y te pregunto:
¿Qué encuentras entre el humo y los vaivenes?
¿Qué entre el ruido y el sordo que lo habita?
¿Donde tu luz se queda, donde posas tu estrella?
¿En aquel pueblecito que da pena
o en la pena del niño que se queja?
¿Donde tu corazón y sus tormentos?
¿Donde tu vida eterna?
¿En las rejas gastadas de una cárcel,
en la bomba que estalla un mediodía,
en el frío que se entibia de los polos
o en último aliento de la vida?
Te das cuenta Angelito, que no hay sitio
donde extender tus alas, que se achican
ante el metal que vuela y que transporta
el dolor de las madres de otra orilla
Y tú, sentadito en esta playa,
azul como el azul de tus destellos,
miras al horizonte
y te preguntas
si tu misión no es más sal en los mares,
si no es poco tu esfuerzo,
¿qué hacer por los más débiles y bellos?
¿qué si en esta injusta pantomima
ni siquiera sus pies o sus manitos
de anillitos de plástico y de sueños
pueden sentir de ellos?
Que deambulas por el mundo
¿qué encuentras en tus pasos apurados?
¿las raíces de un árbol que cansado
abandona sus ramas en el cielo?
¿El maquillaje astuto de la noche?
¿la muchacha superflua en la mañana?
o tal vez las lunáticas miradas
de los animalitos perseguidos
Tú sabes que hay belleza
que hay disfrute
tú sabes que hay derroches de grandeza
y que hay campos con flores
verdes montes
y niños con boquitas de cereza
Pero hoy te sentí triste
y te pregunto:
¿Qué encuentras entre el humo y los vaivenes?
¿Qué entre el ruido y el sordo que lo habita?
¿Donde tu luz se queda, donde posas tu estrella?
¿En aquel pueblecito que da pena
o en la pena del niño que se queja?
¿Donde tu corazón y sus tormentos?
¿Donde tu vida eterna?
¿En las rejas gastadas de una cárcel,
en la bomba que estalla un mediodía,
en el frío que se entibia de los polos
o en último aliento de la vida?
Te das cuenta Angelito, que no hay sitio
donde extender tus alas, que se achican
ante el metal que vuela y que transporta
el dolor de las madres de otra orilla
Y tú, sentadito en esta playa,
azul como el azul de tus destellos,
miras al horizonte
y te preguntas
si tu misión no es más sal en los mares,
si no es poco tu esfuerzo,
¿qué hacer por los más débiles y bellos?
¿qué si en esta injusta pantomima
ni siquiera sus pies o sus manitos
de anillitos de plástico y de sueños
pueden sentir de ellos?
Nuestro Encuentro
Sueño con un encuentro
de dos cometas
Uno marcha hacia arriba
otro a la izquierda
En sus colas,
las luces del universo
En sus giros,
las ráfagas de un cuento
En su estela,
las mil noches de un sueño
Canto con ese encuentro
dos corazones
Una mirada al sol
y otra a la luna
Sus latidos,
los tambores de un pueblo
que se esconde entre un mar
y una laguna
En sus versos,
la magia de unas voces
En sus voces,
la llovizna de un canto
Imagino ese encuentro
como imagino fuego en una noche helada
como imagino cantos en la garganta muda
como imagino sueños en el descanso eterno
Imagino ese encuentro
porque imagino paz en este mundo absurdo
porque imagino cárceles con paredes de arena
porque imagino estrellas a plena luz del día
y colores y flores
y besos de una boca
y destellos de luz
sobre un paisaje oscuro
-De pronto, en el silencio
de mi desierto encierro
Tun Tun, tocándome la puerta
Tun Tun, un pulso suena-
de dos cometas
Uno marcha hacia arriba
otro a la izquierda
En sus colas,
las luces del universo
En sus giros,
las ráfagas de un cuento
En su estela,
las mil noches de un sueño
Canto con ese encuentro
dos corazones
Una mirada al sol
y otra a la luna
Sus latidos,
los tambores de un pueblo
que se esconde entre un mar
y una laguna
En sus versos,
la magia de unas voces
En sus voces,
la llovizna de un canto
Imagino ese encuentro
como imagino fuego en una noche helada
como imagino cantos en la garganta muda
como imagino sueños en el descanso eterno
Imagino ese encuentro
porque imagino paz en este mundo absurdo
porque imagino cárceles con paredes de arena
porque imagino estrellas a plena luz del día
y colores y flores
y besos de una boca
y destellos de luz
sobre un paisaje oscuro
-De pronto, en el silencio
de mi desierto encierro
Tun Tun, tocándome la puerta
Tun Tun, un pulso suena-
Cuando te pienso
Cuando te pienso
miro el azul del cielo aunque sea de noche
se abren nuevos caminos
mil ilusiones
se abren nuevos senderos
nuevas razones
Cuando te pienso
cuando te siento
adivino textura en tu piel lejana
entiendo que en la vida
nada es más obvio
que tus ojitos tristes
de porcelana
Nada más tierno
que un beso de tus labios
cansados,
secos
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
cuando conozco vivo el azul que emana
de las aguas del río que puede hacerse
con las lágrimas tuyas
y las de tantos
que quién sabe si allí seguirán mañana
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
Encuentro que la vida se hace pesada
encuentro que la Tierra para en su giro,
encuentro en tus manitas todo el sentido
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
Ángel
pequeño ángel que alzas el vuelo,
encuentro que mi causa ha de ser tu cuerpo
entiendo que mi aliento ha de ser tu alma
para frenar la huida de tantos otros
para frenar su ida,
antes de tiempo
cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
por fin te entiendo
a ti, angelito pequeño de nuestro mundo
Se me apagan los miedos,
quedan las ganas,
de seguir adelante,
de arroparte en mi manto,
de cuidarte, niñito que sufres tanto
De darte mi cariño,
de protegerte,
¡y arrancarle al destino
tu pronta muerte!
Mi amigo, "ángel azul", me contó su experiencia ayudando a rescatar a los niños - vivos y muertos - en las últimas tragedias de Haití... su carta me hizo reflexionar acerca de cuántas cosas podemos hacer para ayudar a los demás, sobre todo a los animalitos, a las plantas y a los niños, que son tan absolutamente inocentes.
Llevo unos días pensando en este asunto, buscando explicaciones a que en el mundo se gasten tantos recursos en adornos navideños, o en campañas políticas y otras cosas que realmente llegan a la exageración, a la grosería del derroche, mientras el hambre y la miseria acaba con la luz en la mirada de tantos niños.
Escribí estos versos pensando en los niños de Haití a los que mi amigo fue a tender sus manos, y en la impotencia de él al sentir, cuando le tocó regresar, que su enorme esfuerzo humano sería como agregar una cucharadita de sal al mar, porque se necesitan muchas más manos, muchos más corazones y mucha más voluntad política para que estos angelitos no alcen su vuelo antes de tiempo ...
miro el azul del cielo aunque sea de noche
se abren nuevos caminos
mil ilusiones
se abren nuevos senderos
nuevas razones
Cuando te pienso
cuando te siento
adivino textura en tu piel lejana
entiendo que en la vida
nada es más obvio
que tus ojitos tristes
de porcelana
Nada más tierno
que un beso de tus labios
cansados,
secos
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
cuando conozco vivo el azul que emana
de las aguas del río que puede hacerse
con las lágrimas tuyas
y las de tantos
que quién sabe si allí seguirán mañana
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
Encuentro que la vida se hace pesada
encuentro que la Tierra para en su giro,
encuentro en tus manitas todo el sentido
Cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
Ángel
pequeño ángel que alzas el vuelo,
encuentro que mi causa ha de ser tu cuerpo
entiendo que mi aliento ha de ser tu alma
para frenar la huida de tantos otros
para frenar su ida,
antes de tiempo
cuando te pienso
cuando te siento
cuando te encuentro
por fin te entiendo
a ti, angelito pequeño de nuestro mundo
Se me apagan los miedos,
quedan las ganas,
de seguir adelante,
de arroparte en mi manto,
de cuidarte, niñito que sufres tanto
De darte mi cariño,
de protegerte,
¡y arrancarle al destino
tu pronta muerte!
Mi amigo, "ángel azul", me contó su experiencia ayudando a rescatar a los niños - vivos y muertos - en las últimas tragedias de Haití... su carta me hizo reflexionar acerca de cuántas cosas podemos hacer para ayudar a los demás, sobre todo a los animalitos, a las plantas y a los niños, que son tan absolutamente inocentes.
Llevo unos días pensando en este asunto, buscando explicaciones a que en el mundo se gasten tantos recursos en adornos navideños, o en campañas políticas y otras cosas que realmente llegan a la exageración, a la grosería del derroche, mientras el hambre y la miseria acaba con la luz en la mirada de tantos niños.
Escribí estos versos pensando en los niños de Haití a los que mi amigo fue a tender sus manos, y en la impotencia de él al sentir, cuando le tocó regresar, que su enorme esfuerzo humano sería como agregar una cucharadita de sal al mar, porque se necesitan muchas más manos, muchos más corazones y mucha más voluntad política para que estos angelitos no alcen su vuelo antes de tiempo ...
domingo, 5 de octubre de 2008
Parece
Parece que le amé,
desde todas mis vidas
desde todas mis manos
desde todos mis tiempos
Parece que le amé
Parece que me amó
una, dos y mil veces
Desde todos sus tiempos
Parece que me amó
Parece que, de amarme,
su espera me esperaba
o esperaba a la mía
Parece que me amaba
Parece,
no sé bien
Parece que, de amarnos,
nos amamos mil veces,
en algún otro espacio
o en algún otro tiempo
Parece que, de amarlo,
yo esperaba su encuentro
Parece que le amaba
Parece,
no lo sé
Pero ha pasado el tiempo
aunque el tiempo no pasa
Parece que escondido
se encontraba en mi piel
Pero de parecerme
me parece la vida
un espiral de amores
y un una fuente de fe,
donde a veces parece
que aparecen los sueños,
Cotidianos
Alados
Bonitos
Como él.
viernes, 3 de octubre de 2008
Amigo
Palabras que acarician
pasan, rozan, me tocan
Palabras que son labios y que besan
que vienen murmurando sus secretos
palabras que,
escondidas,
dejan huella.
Con propósitos firmes
y en su afán de lograrlos,
son palabras -
Soldados
¿A qué han venido ahora estas palabras tuyas?
me gustan y a la vez me desconciertan
palabras que son dedos que deslizan
sus surcos diminutos, piel de niño
en mi cuerpo rendido al descubierto
Palabras que acarician
y se unen
a una danza de letras que en su juego
vienen a hacer cosquillas en mi alma
mordisqueando sentidos
en ruidoso silencio
¿Solitario?
Palabras conocedoras de magia
poderosas, sencillas,
tus palabras
De amigo que ha tendido sus dos manos
Señor de los misterios
Solidario.
martes, 19 de agosto de 2008
Entretanto
Entre tanto dolor pasan los días
-unos menos cargados que los otros-
de recuerdos y sueños
que se han roto
cual cristal en pedazos diminutos
Es así como una frase apenas,
una palabra sin luz interpretada
oscurece la vida en sus entrañas
y nos deja dolor en la mirada
es así como juzgan los que juzgan
y como beben agua y beben ganas los sueños
y cómo se derrumban como torres de naipes
si de golpe aparece quien los tumba
Es así como viene la noche
con su frío y su mirada ensangrentada
abrasando el calor de cada llama
en brasas de miseria ya olvidada
Y es así como arrancará el día
en el que todo lo de hoy quede al desnudo
recuerdos del ayer y de la nada
nostalgias de la vida, la que pasa.
y es por eso que el trago amargo, madre,
pasará como tantas madrugadas
y dará inicio en horas de mañana
a nuevas y genuinas esperanzas
pero madre, tú sabes en el fondo
de tus cambios, tu alboroto y tu calma
que tú no pasarás en nuestras vidas.
¡Te has quedado por siempre en nuestras almas!
y que este trago amargo madre mía,
quedará para siempre en nuestras bocas
y se transformará en dulces recuerdos
con sabores a platos navideños
con aroma de orquidea enamorada
con sedas hechas piel en nuevos nietos.
Que tus manitos tiernas y hacedoras
quedarán en las nuestras para siempre
y ya nunca te irás, me lo prometo.
Porque estarás allí, en lo más adentro.
Entretanto,
la vida nos enseña
muchas caras en ires y venires
y entre tantos vaivenes,
cual si nada pasara,
entre tantos vaivenes
¡tú te animas!
Nos queda la esperanza
Suscribirse a:
Entradas (Atom)