martes, 21 de agosto de 2007

Una canción de cama


Que no de cuna, porque a estas alturas
hay que volver la vista a una camita baja
para oír el arrullo de tu canción de cama

Yo te canto al oído
una canción de cuna
que no de cama, aunque quede tan lejos la cunita olvidada
Cuando duermen tus ojos, cuando sueño que duermen
hace en mí tanto ruido el silencio de tus cerrados labios
y hace en mí tanto frío que busco tus manitos
sintiendo que sin ellas moriré sin abrigo.


Se me hace indispensable.

Sobrevivo, despierto, se alborota mi alma,
cuando es tu aliento tibio
y tu respiración,
interrumpida a veces
con una tosecita o un pequeño suspiro,
lo que tú me regalas:
¡Una canción de cama!

domingo, 19 de agosto de 2007

Mario


Naciste hermoso y dorado como un sol
nada de lunas y oscuridades,
nada de penas
Eres espiga que se mece ante mis ojos asombrados
y sonrisa franca al viento que ríe también contigo.
Bisnieto del guerrero agradecido
que siempre sonreía, del hijo del vikingo torturado
de España y del Caribe.
En ese sol radiante de tu rostro
la vida se hace pícara y ligera,
parece que guardara un nuevo día
para mecer tu amor en primavera
¡Vas a ser grande niño, grande y bello!
¡Vas a ser fuerte niño, y libertario!
Es tu generación nuestra esperanza
no lo olvides mi vida, no lo olvides,
y corre y brinca y vuela hasta la cumbre
que aquí te esperaremos siempre amado
con un abrazo tierno y aguardando
de tus ojos la lumbre.